lunes, 12 de enero de 2009

Pequeños


Cuando niños soñamos demasiado, pensamos que el mundo no tiene fin y que nada jamás podría afectarnos. Pensamos que la vida es un caramelo y que la muerte es una palabra complicada, pues bien recuerdo como si fuera hoy tus ojos cafés claros y tu tez blanca rubicunda algo regordete, pero muy guapo para mí, solía buscarte siempre y siempre solía alejarte quizás por temor de niña que pensaba que el amor era cosa de adultos y un pecado para los niños…pero deseo expresar que cada día solía mirarte en aquella sala de clases y sentirme tranquila cuando estabas hay.

Eras mi amigo, mi hermano, mi amor y mi pesadilla, nadie puede decir que los niños no saben de querer porque se equivocan y aunque no entienden de esas cosas no hay amor mas sincero que el de un niño.

Recordar días pasado es un refresco a la memoria y una brisa suave para el corazón, recordar el primer amor es un regalo para el alma y un regalo para el futuro...Hablar contigo de nuevo es un pequeño regalo para mi…nadie me quiere, nadie me ama…siempre recordare esa canción…la cantaba un ente..el ya no esta pero si su hermano mayor y con el se puede recordar a ese pequeño…..y suerte en esto que llaman vida..gracias por aquellos años.

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