martes, 26 de agosto de 2008

MENTIRAS

Cuando pienso en todas las veces que lo he hecho creo que podría estar pensando toda la noche, pero hablo de mentiras a mi misma, esas que me he dicho para no pensar en la verdad. Una vez recuerdo haber dicho que nunca diría te amo y lo dije mentí, otra vez dije nunca diré perdón y lo dije mentí, otra recuerdo dije nunca lastimare a nadie y mentí.

Una vez recuerdo el sonido hace mucho si el sonido de la verdad y a veces es mas dolorosa que la mentira, ciertamente creo que nadie miente por maldad y que el amor es un gran mentiroso y quien ama siempre miente. Como pues siempre tiene palabras hermosas para el ser amado y siempre tiene una sonrisa y tiempo, aunque no sea así, quién ama ciertamente ha mentido y aquel que no a amado ciertamente nunca ha mentido.

A hora entiendo muchas mentiras de alguien ha quien ame mucho y que ciertamente siempre amare, pues el amor no se puede borrar si no cambiar de habitación, mudamos a personas del corazón y las llevamos a algún lugar de la memoria. Para recordar en aquellos momentos de soledad, entonces lo entiendo a hora y aprecio aquellas mentiras porque fueron por amor.

Lamento si ciertamente aquellas mentiras de quienes no quise ni querré nunca y que cada una de sus palabras fueron agujas en mi corazón, y lamento no haberles respondido ciertamente de la misma forma, lamento también las mentiras que dije a quienes no ame, pero si indudablemente quise mucho, lamento haberme pasado el tiempo diciendo cosas que no sentí, ni sentiría nunca, lamento haber dejado ir aquel muchacho al cual por una mentira lo vi partir y lamento haber dejado aquel amor que nunca debí dejar partir.

Cuando pienso en las mentiras que han pasado por mi vida la mas terrible de todas han sido las que me he dicho yo, y solo puedo decir que me las dije por amor, a mi y a mis sueños y que prometo al menos en esta vida no volver a decir.

Pero algo si digo y es que por amor ninguna mentira es pequeña y ninguna palabra es mentira cuando se ama digo con el corazón. Y en una noche estrellada me pararía a contar estrellas y me detendría solo si una de ellas, me señalara tu corazón.

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